Recordando al México del 68
- EDGAR IVAN RIVAS GARCIA
- 15 nov 2018
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Por: Edgar Iván Rivas García
La década de los años 60 fue marcada por los movimientos estudiantiles y políticos como Checoslovaquia del 5 de enero al 20 de agosto, durante el período de la Guerra Fría, tras la llegada de Alexander Dubcek y en México el 2 de octubre de 1968 con el movimiento estudiantil en Tlatelolco.
El deporte no está ajeno a las orientaciones políticas, por lo que los conflictos sociales repercuten en el espectáculo deportivo. Por ejemplo, hace 50 años, las instituciones académicas como la Universidad Autónoma Nacional de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN) brillaban por el fútbol americano. Sin embargo, un verano de 1968, jugadores de la UNAM iniciaron una huelga del movimiento estudiantil contra el gobierno. Para aquella época, la popularidad del fútbol americano universitario disminuyó a tal punto de suspender la liga por esa temporada.


México sería la sede de la XIX edición de los Juegos Olímpicos de 1968. México sería el primer país hablahispana y el segundo del continente americano en organizar los Juegos Olímpicos en conjunto del Comité Organizador Olímpico (COO) hecho por el expresidente Gustavo Díaz Ordaz.
El gobierno y el COO presupuestaron alrededor de $159 millones de pesos en inversión y mejoras. Con esta inversión se decidió construir: El palacio de los deportes, la pista olímpica de remo y canotaje, el velódromo, la sala de armas, la alberca olímpica, el gimnasio olímpico y el polígono olímpico de tiro; en un lapso de 521 días, es decir, un año y cinco meses antes del 68.

La antorcha olímpica llegó a México, tras siete días en tierras europeas, específicamente a Veracruz, cuyo recorrido pasaría por Xalapa, Códoba, Orizaba, a Puebla para pasar por San Martín Texmelucan, luego a Apizaco, Huamantla y Tlaxcala. Después se dirigía hacia Los Reyes, Texcoco, Chiconcuac, Tizayuca, Tepexpan, Acolman y Teotihuacan el 11 de octubre. El 12 de octubre llegó a la Cd. México, y Enriqueta Basilio encendió el pebetero del Estadio Olímpico.
México consiguió 9 medallas en total, 3 de oro, 3 de plata y 3 de bronce.

Felipe “El Tibio” Muñoz, con 17 años de edad, consiguió la medalla de oro en natación venciendo al soviético Kosinsky con un tiempo de 2 minutos, 28 segundos y 7 centésimas. Muñoz se convirtió en el primer nadador mexicano en ganar una presea de oro. Consiguió su triunfo sin el uso de goggles en la prueba de 200 metros de pecho.

En la rama femenil, fue María Teresa Ramírez quien obtuvo la medalla de bronce en el estilo libre femenino de 800 metros con un tiempo de 9 minutos 38 segundos y 5 centésimas; ganando por una centésima a la australiana Karem Rojas.

En el boxeo, Ricardo Delgado consiguió la primera medalla de oro ante el polaco Arthur Olech en la categoría de peso mosca (48 a 51 kg). Un año antes de la justa deportiva, el mexicano se enfrentó con el polaco ya que había perdido un combate que organizó la delegación del boxeo en Polonia. Habría que mencionar que Delgado no perdió ni un solo round, incluso las ganó 5-0 y por decisión unánime de los jueces le otorgaron la presea en la final de boxeo contra Arthur. Joaquín Rocha obtuvo la de bronce en la categoría de peso completo, derrotando a Rodolfus Lubbers.

Mientras Agustín Zaragoza, quien no le importó trascender a las divisiones mayores, consiguió la medalla de bronce en la categoría peso medio.

Antonio Roldán, quien venció a Abdel Awad, luego a Eddie Treacy, enseguida a Valeri Plotnikov, en ese momento se aguraba la medalla de bronce, pero en semifinales derrotó a Philip Waruinge y en la final superó al estadounidense Alfred Robinson, quien fue descalificado en el segundo round. Roldán participó en la división pluma (55 a 57 kg).


José Pedraza, quien participó en la marcha de los 20 kilómetros y obtuvo medalla de plata con un tiempo de 1 hora y 34 minutos. El mexicano fue derrotado ante el ruso Volodimir Golubnichi, quien terminó con un tiempo de 1 hora y 33 minutos con 58 segundos.
Álvaro Gaxiola, un clavadista que ganó la medalla de plata en la prueba de plataforma de 10 metros.


Así como María del Pilar Roldán, una esgrimista que fue la primera mujer en ganar una presea olímpica en la Sala de Armas Montes de Oca. El inmueble vio a la floretista ganar ante la húngara Lidia Sakovics, la italiana Giovanna Masciotta y la soviética Alejandra Zabelina. Pilar enfrentó en la ronda final de florete a un grupo de cinco esgrimistas en la modalidad de Round Robin, es decir, todas las esgrimistas se enfrentaron entre sí. Las competidoras de Roldán fueron dos soviéticas: Elena Novikova-Belova y Galina Gorokhova, una húngara Ildiko Ujlaky Rejto, una francesa Brigitte Gapais y Kerstin Palme de nacionalidad sueca consiguiendo 3 victorias y dos derrotas.
Hace 50 años, México destacaba y se encaminaba en potencia, al menos en la caminata de la mano del polaco Jerzy Hausleber, quién generó medallas para Pedraza, Bautista, Ernesto Canto, Raúl González, Noé Hernández, Bernardo Segura y Carlos Mercenario.

Se podrían dar más ejemplos ilustres a lo que era una vez México, pero el deporte en México en está última década no ha logrado trascender (a excepción de los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Barranquilla 2018) y nos ha faltado la cultura deportiva para apoyar a otros deportes porque nos hemos encasillado solamente al fútbol.
Habrá que esperar a los próximos Juegos Olímpicos en Tokyo 2020 y la propuesta del presidente electo Andrés Manuel López Obrador ha dejado claro, a través de un tweet, que “no hay que pensarlo mucho”. Entonces esperemos que de la mano del Comité Olímpico y de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte realmente sepan cómo potenciar en dos años al atleta mexicano.
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